Villafáfila en primavera

En el mes de marzo se reunen en los campos castellanos los machos de avutarda para comenzar a hacer la "rueda", como se conoce comunmente al celo de esta carismática especie. Las hembras, no lejos de ellos, observan con interés las evoluciones de sus pretendientes, mientras su críptico plumaje se torna níveo al mostrar las partes inferiores de sus blancos cuerpos, dejando caer sus alas y erizando sus barbas. Un espectáculo que en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila adquiere una dimensión especial, no en vano estamos hablando de una de las mejores poblaciones nidificantes de toda Europa occidental con más de 2.500 aves censadas.

También es un buen momento para detectar otras especies de ambientes típicamente esteparios como gangas ortegas (aquí escasa), alcaravanes y si la población de micromamíferos es saludable, incluso al esquivo búho campestre.

También sus lagunas y charcas estacionales se convierten en hervidero de vida, sobre todo de cientos de aves migratorias que en estas fechas inician su camino de regreso al norte donde volverá a nidificar un año más. Se trata fundamentalmente de aves limícolas como combatientes, correlimos comunes y menudos, archibebes comunes... a las que se unirán las que también criarán en Villafáfila, como cigüeñuelas y avocetas comunes.

El segundo día, antes de regresar a Madrid, también visiaremos otro humedal castellano aunque emplazado en tierras de La Moraña. Se trata de la laguna de El Oso, donde además de aves acuáticas y paseriformes migrantes podríamos ver águila imperial ibérica y buitre negro, entre otras especies de aves rapaces. 

* Imprescindible realizar pago de 50 Euros en concepto de reserva