Sierra Oeste de Madrid, 23 de febrero 2021

Esta excursión en principio no la teníamos programada, sin embargo, viendo el interés que había suscitado entre nuestros clientes decidimos organizar una cuarta y última salida para ofrecer la oportunidad de salir al campo a aquellos que se habían quedado en lista de espera en las anteriores.

Comenzamos el día buscando al búho real que habíamos visto en la anterior salida, pero sin fortuna. Un coro de totovías y cogujadas nos amenizaba la tarea, hasta que pudimos observar picogordo y abubilla casi en el mismo campo de visión del telescopio. En nuestra siguiente parada, en las cercanías de Navas del Rey, pudimos observar las dos parejas de águilas imperiales que solapan su territorio. Una de ellas, de hecho, se posó en un tendido facilitando su observación con los telescopios. Arriba en el cielo no dejaban de sobrevolarnos buitres negros y leonados, anteriormente habíamos observado aguilucho lagunero, y mientras contemplábamos las cuatro águilas un pito ibérico posó durante un minuto en un poste de teléfono cercano.

En el embalse de Picadas la pareja de imperiales de la zona se dejó ver muy bien, de hecho presenciamos un mágico momento cuando uno de sus miembros sobrevoló la ladera de pinos con un nutrido grupo de grullas justo de fondo. Un momento para recordar...

Después de observar otras aves como escribano montesino, alcaudón ibérico, petirrojos, mosquiteros comunes, pinzones... decidimos apostarnos en un nuevo lugar que habíamos identificado con anterioridad como potencialmente bueno para observar águilas. Tuvimos la fortuna de localizar dos aves adultas posadas en sendos pinos silvestres con luz de tarde, para concluir el día con el espectacular vuelo rasante de ambas aves por encima de nuestras cabezas, aunque sin apenas luz ya en esos momentos. Un fantástico final después de observar 8 águilas imperiales diferentes...

Vista de la Sierra de Guadarrama completamente nevada desde el río Perales